ECOLOGIA
Los riesgos del manejo con fines de lucro de políticas agropecuarias que degradan ecosistemas y enferman a la sociedad (II)
Miguel Angel Ricci Antón*
La industria porcícola en México pretende salir inmaculada de una situación cuyo origen se encuentra en el manejo irresponsable con fines de lucro de un producto a tal punto manipulado por los humanos que hace inútiles los cambios de nombres de “fiebre porcina” por “influenza humana”. Tan humanamente manipulados son los actuales cerdos con exclusivos fines de lucro, que bien pudiera el sustantivo cerdo redefinirse como “receptáculo de una lista interminable de antibióticos, hormonas y vacunas vía oral o subcutánea”. Nadie pudiera sostener, en su sano juicio, que lo central de esta batería de aplicaciones se basa en una benigna preocupación por la salud de los cerdos. Más bien es la velocidad de la rotación del capital invertido lo que mueve a que en el menor tiempo posible se inflen los músculos y contextura de los cerdos para venderlos, recuperar el dinero invertido y apartar las ganancias. Alguien pensará que es mucho más sano, quizás, comprar un compresor e inflarlos con sólo aire pero no es ésa la elección que han hecho los porcicultores. Prefieren antibióticos y hormonas que rápidamente agreguen kilos y más kilos de musculatura preferentemente en aquellas partes del cerdo que puedan venderse más caras como sus cuartos traseros.
Tan dañino como el virus mismo es esta persistencia en imitar los procesos productivos de otros países y la mentalidad lucrativa que los promueve. Tan ansiosos están de ganancia nuestros productores y tan despreocupados de las consecuencias enfermantes de sus elecciones que siempre eligen, sin temor a equivocación, imitar las variantes más riesgosas y dañinas. También desde este punto de vista, la puntualización entre si el virus surgió en granjas “multinaciones” o mexicanas, es irrelevante: ¿nuestra creatividad acaso no se ha subsumido en imitar y subordinar nuestra economía y política (y hasta nuestra cultura) a la de EEUU? ¿Acaso la mentalidad franquiciataria no revela la genuflexión de nuestra creatividad ante el dudoso “beneficio” de ganancias pírricas? ¿Acaso nuestros actos cotidianos, en el Periférico de la Muerte o el carrusel mortuorio del narcotráfico no expresan una total despreocupación por la vida de otros/as? No es extraño entonces que desde este acostumbramiento a la muerte, las cifras relativas se conviertan en especulación política: 7, 20, 60 muertos, nada para algunos, poco para otros. Mueren más de otras cosas, nos convencemos y levantamos los hombros con una indiferencia que ni siquiera los animales poseen ante la muerte. La suma de todas las muertes evitables es el permanente proceso de deshumanización que aceptamos.
Este virus pandémico es el tributo a la política del NAFTA, lo cual, por una parte, lo identifica más socialmente que geográficamente, al mismo tiempo que delata la interesada indiferencia de los globalifílicos por el bienestar tanto de la gente, como del planeta. ¡Virus NAFTA es la denominación correcta! La anunciada consecuencia de un manejo pecuario y agrícola que acarrea más problemas que soluciones.
Estando así las cosas al interior de esta actividad pecuaria regional algunos querrán defender la tecnificación de las granjas como “científica” sin embargo el término tecnificación sólo mal oculta lo que en tono burlón hemos expuesto: un afán de lucro que manipula cualquier cosa sin preocuparse por los efectos de mediano y largo plazo, centrándose solamente en un único aspecto del corto plazo: el lucro. Nuestra manera burlona es sólo un esfuerzo de nuestra parte para controlar nuestra largamente contenida indignación fundada en los esfuerzos que hemos realizado advirtiendo sobre la situación ambiental y de salud en nuestro Yucatán.
¿Participación ciudadana? : puro gesto demagógico
Y no es que la indignación no haya sido expresada. El 22 de Marzo de 2005 solicitamos audiencia ante una presunta “Comisión de Ecología” del Congreso del estado de Yucatán para alertar acerca de la gravísima situación ambiental existente en el estado. En nuestro documento presentado a la Comisión decíamos:
El desarrollo ecológicamente sustentable es la vía no radical de cambiar el rumbo de acontecimientos ambientalmente catastróficos que se descargan sobre nuestra salud, la de nuestros hijos e hijas y sobre la propia biodiversidad que ha sido hasta ahora, la garantía de nuestra existencia. La vía radical la impondrá la Naturaleza misma. Sobran ejemplos en el mundo actual y en la historia.
Es horrible en estas circunstancias decir lo hemos venido advirtiendo pero hace falta un cinismo exacerbado para transformar un debate serio y profundo acerca del manejo sustentable de nuestros recursos en comilona de tacos cuando ni siquiera los recursos se manejan de manera sanitariamente responsable. Si la respuesta, de nuestros representantes, senadores y diputados, a las preocupaciones que hemos venido exponiendo públicamente como Foro es, una comilona de tacos de cochinita pues, entonces queda claro por qué estamos en la situación que estamos. Los intereses de grupos aparte de enfermarnos, se burlan de nosotros haciendo bailar a “nuestros representantes” en pleno cochinero. Ello justifica no sólo nuestro tono burlón, sino la insistencia en cuestionar despiadadamente lo que nos enferma y resistir la inoperancia y la indiferencia gubernamental. La falta de aplicación de reformas radicales de transformación de este manejo social de los recursos que nos agrede, abre el derecho de encontrar otras vías. ¡Los que estén dispuestos a dejarse matar sin resistencia que den un paso al frente! ¡El boicot espontáneo a la industria porcícola debe extenderse a todas las ramas de producción contaminantes y enfermantes!
Los “representantes” entonces advertidos no son exactamente los mismos de ahora. Los apellidos se suceden y la realidad empeora. Las siglas partidarias se suceden y persiste la mediocridad. Entonces, en el 2005, la presunta “Comisión de Ecología” tenía una mayoría priísta que, en su papel de oposición, le daba la bienvenida a la crítica ciudadana en tanto entendía que la crítica era sólo para el PAN gobierno. Es más nos solicitaron entonces que dado que no sabían nada de ecología, le echáramos un vistazo a la sección medioambiental del IV informe del entonces gobierno. Lo hicimos con la misma convicción con que hoy orientaremos la crítica en materia ambiental a este gobierno. La crítica del Foro al IV Informe de Patricio nos costó la persecución de compañeros a quienes querían expulsarlos del país para entorpecer las críticas del Foro. Uno de ellos Paco Barreda, español de Tenerife, debió abandonar el país y, de esta caprichosa manera, se salva de los ataques de los virus porcinos. ¡Enhorabuena Paco! Los que quedamos seguiremos ilustrando lo que se manifiesta como realidad: no hay peor enemigo de las mayorías mexicanas que algunos mexicanos.
En el mismo documento presentado a la supuesta “Comisión de Ecología” expresábamos entonces:
Es necesario desarrollar estrategias en las cuales, el sentido del desarrollo cubra las necesidades esenciales de los ciudadanos preservando los recursos básicos. Reorientando las tecnologías, controlando sus riesgos e incluyendo sistemáticamente la preocupación ambiental en los cálculos económicos.
En honor a la verdad los porcicultores no están solos en esto del manejo irresponsable de los recursos. Lo que agrava su irresponsabilidad. Como expresábamos en los anexos del documento presentado como conclusiones de nuestro Primer y Segundo Foro, en nuestro país, todas las ramas de producción degradan ecosistemas y salud sin mayores preocupaciones en el afán de ubicar a la economía de México entre las mayores economías del mundo. La pesca, el petróleo, los bosques, el transporte y la agricultura química son algunos de los ejemplos que desde hace tiempo hemos analizado y criticado con el afán de priorizar la salud de nuestra gente y los ecosistemas que los sustentan promoviendo procesos productivos y de consumo benévolos con la unidad simbiótica hombre-naturaleza. Hoy queda claro que el mayor éxito mexicano en el mercado internacional es, tristemente, la exportación de virus que matan.
Partidos, política e instituciones: ¿para qué?
¿Para ofrendar a la población a los dioses de dinero? ¿Para garantizar la consecuente degradación de ecosistemas? ¿Para destruir equilibrios milenarios y reemplazarlos con manipulables incertidumbres?
Sin resignarnos y basados en la experiencia del 2005 ante una supuesta “Comisión de Ecología” en funciones en el Congreso del Estado que reconocía saber nada de ecología, contribuimos a definir el perfil de quién ocuparía la Secretaría de Ecología en las nuevas condiciones políticas de cambio de partido en el gobierno y expresábamos:
Se requiere de la aplicación no sólo de medidas correctivas que tiendan a prevenir y a regenerar ecosistemas degradados sino la promoción de una cultura que le vuelva a otorgar a la relación sociedad – naturaleza, la esencial importancia que tiene. Para ello deben trascenderse las estrategias de marketing político, las cuales, lejos de abordar de manera fehaciente y consistente la problemática ambiental señalada, sólo producen teatrales discursos que nunca tocan a los intereses de diversa índole que contaminan, enferman y destruyen seres humanos y ecosistemas.
Ya de antemano sabíamos que no era una cuestión de personajes. Ni siquiera de conocimientos. Todos sabemos que si no hiciéramos o permitiéramos hacer lo que se sabe no debe hacerse porque genera degradación o enfermedad ¡México sería otro país! Sin embargo todos somos expertos en encontrar disculpas y justificaciones para continuar haciendo lo que es nocivo. Entonces en la determinación del perfil destacamos que:
No es sólo un problema de personajes, sino también de instituciones que no alcanzan para manejar con consecuente racionalidad las complejidades de la sociedad moderna. ¡Complejidades que no se reducen a la exclusiva preservación de los intereses empresariales sin contrapesos! De seguir como hasta aquí, seguiremos generando el desaliento, la pérdida de confianza hacia los responsables de la administración pública aunque el perfil sea el mejor.
Sin embargo hoy pretenden que critiquemos a China y a otros países y nuestro secretario de ecología (con funciones ahora ampliadas), en plena crisis sanitaria, hablando de malecones internacionales para turistas que por un buen tiempo seguirán negándose a enfermar. ¡Vaya sensibilidad popular! Entonces cuando propusimos el perfil de quien debería ocupar la Secretaría de Ecología, creíamos que la biología estaba emparentada directamente con la ecología y que en ese preciso ámbito, biológico-ecológico, hay (como hoy se revela) carencias mayúsculas de entendimiento en el ámbito público y empresarial. ¡Convertir en prioridad al malecón turístico, por ejemplo, más que certeza de diagnóstico ambiental revela subordinación a intereses económicos!
Premonitoriamente sosteníamos entonces que el futuro secretario no debía ser manipulado por los intereses políticos partidistas, que otras definiciones eran pertinentes y que en ausencia de ellas la especulación denunciaría otros motivos distintos que la defensa de bienestar general:
La rectoría de los perfiles debe estar subordinada a la rectoría de qué país queremos, qué instituciones, qué economía para cumplir con qué objetivos de corto y largo plazo. Si elegimos la creación de empleos a secas, sin condiciones respecto del ambiente podremos elegir a la persona más apta en la secretaría del medio ambiente que sólo contemplará impotente la continuación del deterioro ambiental renunciando como denuncia en el mejor de los casos o simulando que hace algo por el ambiente en el peor.
Cuando lo privado se manifiesta públicamente
Es un acto de poder el pretender que estas condiciones internas a la producción, las de Perote, las de la Siderurgia, las de PEMEX o Laguna Verde, sean concebidas como la única manera sensata de manejar nuestros recursos aún cuando descargan hacia afuera las nocividades de sus procesos externalizándolos socialmente y eludiendo la responsabilidad de las decisiones tomadas. Es imposición, es despotismo, es agresión. Aún organizada partidariamente la política debiera ser expresión del interés general de la sociedad, de acción controladora y ordenadora de los intereses particulares. Sin embargo, la política mexicana parece cada vez más inclinarse sólo a hacer públicos los intereses particulares.
Así nuestros “representantes” que debieran estar preocupados por las condiciones sanitarias que afectan a los ciudadanos eluden siquiera indagar en los hechos enfermantes y proteger a sus representados con un ramillete medidas locales y nacionales que prevengan enfermedades, antes que curarlas con medicinas extranjeras que escasean. Por el contrario, acuden presurosos al llamado de los grupos económicos intentando borrar un problema con actos groseramente simbólicos. Antes que comer tacos proponemos que, sin simbolismos, los diputados colaboren directamente en la atención médica y de insistirse en los simbolismos proponemos ¡que lo hagan sin tapabocas ni protección! ¡ Acepten sus limitaciones de conocimiento y sensibilidad y prepárense para escuchar y recibir instrucciones de la sociedad civil!
Debemos encontrar otras formas de representar nuestros intereses y defenderlos, que no sea promover a quienes están involucrados en jugosos negocios y aquellos que los permiten, facilitan, y hacen la vista gorda a cambio de prebendas. Hagan señores una correcta lectura del comportamiento social que bajó el consumo de la carne de cerdo: ¡la restauración de la tremenda desconfianza de la población no está en que juguetonamente se pongan a comer tacos! Tampoco está en que pavoneen Uds. los logotipos de todas las instituciones que Uds. han metódicamente corrompido vaciándolas de contenido y obstaculizando en ellas el debate permanente al transformarlas en “empleos”, o concesiones políticas a los “políticamente correctos”. ¡Es inaudito que la UADY en lugar de investigar seriamente acerca del origen de los problemas sanitarios se subordine a la puerca propaganda mercadológica! ¡Es inaudito que las organizaciones civiles expongamos lo que instituciones afines al problema como Veterinaria y Zootecnia deberían exponer sin tapujos ni especulaciones!
De esta manera, la política y la academia se subordina rastreramente a la economía, con la vana pretensión, de cobijar y separar a los sectores productivos de la corrupción galopante que impera en la sociedad y de la cual deben diferenciarse. En verdad los intereses económico-empresariales y sus asesores políticos han sido el origen del desmantelamiento de la protección básica con que la población, en su rol de consumidores y productores asalariados, debiera contar. El mal llamado neoliberalismo, en verdad antiguo liberalismo, con su nuevo ramillete de reformas estructurales promotoras de negocios degradantes, obscuros y rápidos, expuso a amplios sectores de la población a merced del hambre y la miseria y, en su extensión a merced de enfermedades incubadas en cada uno de sus procesos productivos. Toda inversión en medidas sanitarias que protegiera preventivamente a la población fueron consideradas inversiones superfluas. Los hospitales que se hicieron eran con la intención de hacer negocios en dólares atrayendo un turismo que le llamaban “turismo médico” y que consistía simplemente en despreocuparse de las condiciones sanitarias del territorio y de su gente. Los invitados a una “segunda residencia” en México y Yucatán se suponía tenían necesidades de atención y de las costosas, lo que bastó como argumento para construir pomposos Hospitales Regionales que ni siquiera pueden distinguir un virus de otro.
No hay seguridad nacional sin seguridad ecológica
Obnubilados por el dinero, olvidaron lo que el virus de la fiebre porcina viene a recordarles: no hay seguridad en general, ni seguridad nacional en particular, si la seguridad alimentaria, así como la seguridad sanitaria y la seguridad ecológica no constituyen el trípode sobre el cual descanse las políticas de la nación. Las actividades económicas y sus procesos de producción y de consumo deben estar subordinadas y descansar sobre las garantías de ecosistemas no degradados y una población saludable. ¡Éstos son los verdaderos factores de la producción! Si la industria porcícola se hiciera cargo de todos los costos que su manejo descuidado generó, el kilo de carne de cerdo no sería competitivo ni en el mercado local ni en el internacional. La competitividad que hoy pueda poseer es porque no se incluyen los costos que durante décadas han degradado ecosistemas y enfermado gente (aunque esa gente ni siquiera lo supiera). Es hora de reestructurar a fondo las actividades económicas; de hacerlas descansar sobre criterios ambientales y de sanidad; de hacerlas conscientes y responsables de que la nación depende de su capacidad para regenerar ecosistemas y su capacidad de alimentar sanamente a su gente.
¡Menos mal que no hemos tenido un Chernobil! ¡Menos mal que Laguna Verde no ha reventado! ¡Menos mal que Seveso queda en Italia y Bhopal en la India! De lo contrario entre la desinformación, la desconfianza, las nieblas ideológicas y políticas, la falta de preparación e infraestructura y la ya endeble situación de salud, la población de México acabaría por desaparecer. ¿Para qué realmente nos sirven costosas instituciones como SEDUMA, SAGARPA, SSY, CONAGUA, DESARROLLO RURAL, si promueven procesos enfermantes de producción y consumo por error u omisión? ¿Sólo para generar empleos? Más y más la emergencia de consecuencias enfermantes no podrán ser resueltas sólo como problema médico, antes bien debiera reunir e involucrar a todas las disciplinas en una perspectiva inter y transdisciplinaria que prevenga efectos nocivos antes que tratarlos.
Vacuna o no vacuna: ¿elección de quién para qué?
El costo de navegar a dos aguas. Entre un desarrollo capitalista salvaje a secas y un capitalismo organizado (también salvajemente). En otras partes del mundo se hacen los mismos negocios pero de otra manera. La política de no vacunación de la Unión Europea contra la Fiebre Porcina Clásica, por ejemplo, (FPC) no fue adoptada por todos los países miembros al mismo tiempo. La vacunación en Holanda, por ejemplo, se eliminó en 1986 (hace 23 años), en Bélgica y en España en 1988, en Alemania y Portugal en 1989 y en Italia en 1990. En los otros países de la UE, la vacunación cesó antes, o nunca antes se había practicado. El artículo 14 de la Directiva 80/217/EEC permite que se efectúe la vacunación emergente de acuerdo a la estrategia holandesa pero después de eliminar la infección (y no para esconderla como en México). Las limitaciones comerciales para cerdos y productos porcinos son tan perjudiciales para un área en donde se vacuna que a la fecha ningún país ha recurrido a la vacunación. (Nuevos enfoques, con o sin vacunación, en el control de la fiebre porcina clásica en Europa - Catarinus Terpstra - Simposyum Internacional –PUEBLA-1998)
O se hace énfasis en la necesidad de una estrategia de vacunación sistemática, junto con un entrenamiento y servicio de campo competente y, un servicio de diagnóstico con laboratorio especializado para lograr el reconocimiento de status libre de FPC, o se asumen políticas de no vacunación en la erradicación de una epizootia de FPC, en un área de elevada densidad porcina.
Aunque existen muchas vacunas convencionales contra la FPC e inducen protección contra los signos clínicos de la infección y difusión del virus, su uso no ha sido recomendado en la UE porque los anticuerpos inducidos por estas vacunas no pueden ser distinguidos de aquellos inducidos por virus de campo. Consecuentemente los brotes de FPC son controlados por medidas cuarentenarias y por despoblación de piaras infectadas o sospechosas. Está elección lleva al sacrificio y destrucción de un gran número de piaras no infectadas. (Nuevos enfoques, con o sin vacunación, en el control de la fiebre porcina clásica en Europa - Catarinus Terpstra - Simposyum Internacional –PUEBLA-1998)
¿Será que en la Sorbona de París o en Göteborgs Universitet saquen anuncios promoviendo el consumo de carne porcina en plena epidemia? ¡Qué ignorantes! ¡Sacrifican hasta las piaras sospechosas! ¿Postulamos a la UADY para corregir semejantes hábitos acientíficos en la Unión Europea o salvamos a Felipe Carrillo Puerto de la universidad que resultó? ¿Qué hacemos con instituciones que a la deriva encallan en los arrecifes del poder del dinero, del mercantilismo y de la indiferencia hacia la salud de su propia gente?
El uso de una vacuna marcada en una fase temprana de la epizootia indudablemente puede limitar tanto la duración como la extensión de la misma. A pesar de que la vacuna marcada induce un desarrollo más lento de la inmunidad en comparación con las vacunas convencionales, pudiera ser utilizada en campañas de vacunación de emergencia contra FPC, cuando los brotes en áreas hasta ahora libres puedan no ser controladas por otros métodos. (Nuevos enfoques, Terpstra, op.cit, sub nuestros)
El significado epidemiológico de las cepas de virus de baja virulencia es que inducen tolerancia, estados de portador sano, e infecciones crónicas, por lo que hace muy difícil su diagnóstico clínico. Además, el virus se puede difundir con varios procedimientos zootécnicos comunes en las granjas y que pueden mover el virus de un animal a otro como ocurre con la aplicación de inyecciones, castración, descole, muesqueo, hierro en los recién nacidos, etc. El virus puede incluso contaminar biológicos o farmacéuticos y así diseminarse a más animales. Terpstra,1991; Morilla, 1997)
El virus puede incluso ser transmitido mecánicamente por mascotas, pájaros, y artrópodos (Van Oirschot, 1992). Se ha publicado difusión viral a través del mapache y gorriones capturados en granjas (Correa, 1981), además de diversos insectos y parásitos, como son los gusanos pulmonares (metastrongílidos), la fase larvaria de la triquina ( Trichinella spiralis), moscas (Musca domestica, Musca autumnalis, Stomoxys calcitrans y Tabanus linolea y T. quinquevittatus) e incluso mosquitos aislados de granjas infectadas hasta tres días después de haberlas despoblado. Esto es especialmente importante en las condiciones climáticas de países tropicales.
La experiencia en Europa ha probado que la FPC puede erradicarse de áreas enzoóticas si un régimen sistemático y estricto de vacunación, avalado por política veterinaria y medidas zoosanitarias, es continuo por un determinado período de tiempo. En regiones con un régimen de vacunación no sistemático o incompleto, aún en presencia de las mismas medidas suplementarias, el número de brotes existentes puede comenzar a incrementarse, cuando tal régimen es más negligente en anticipación de una vacunación prohibida (Terpstra, 1991)
La idea de que pudiera existir una cooperación entre virus y bacterias en las neumonías fue conceptuada a raíz de las pandemias de influenza humana, ocurridas durante el siglo pasado (Ciprian y Mendoza, 1997) En México se ha descrito el desencadenamiento de la pasteurelosis pulmonar por medio de cepas vacunales del virus FPC debido a la inmunosupresión de la vacuna que favorece la infección por Pasteurella multocida (Pijoan y Trigo, 1987). Este experimento clásico demuestra la predisposición a la colonización bacteriana, siendo posible que en los lugares donde se vacuna masivamente, estén participando cepas de baja virulencia con el mismo efecto (Pijoan y Ochoa 1978; Ciprian y Mendoza 1997)
También se ha demostrado que la vacunación provoca ocasionalmente reacciones indeseables en los animales, como es el cuadro clínico atípico o posvacunal denominado “colerela”, que puede exacerbar los signos clínicos respiratorios o digestivos, o bien Choque endotóxico. La patogenia concuerda con la que se ha reportado en humanos que sufren Dengue, que es causado por otro Togavirus como el de la FPC. En este caso cuando el individuo tiene anticuerpos a bajo título y se infecta, estos anticuerpos no logran neutralizar al virus, y lo ayudan a transportarlo a las células del sistema reticuloendotelial, alterándolas y provocando lesiones hemorrágicas. (Morilla et.al., 1992)
En trabajos de campo aún no publicados (Quintero, comunicación personal) se ha podido demostrar que la vacunación puede tener un efecto muy importante en la presentación clínica de otras patologías. A pesar del esfuerzo realizado y al conocimiento que tenemos de la enfermedad, el agente causal y su epidemiología, la FPC aún no se ha podido eliminar de muchos países. Esto puede deberse a la alta densidad porcina en ciertas áreas; al movimiento de cerdos, productos y subproductos de origen porcino a grandes distancias; y a la frecuente incapacidad de rastrear la fuente de los brotes.
Desconocemos el efecto del virus vacunal al nivel de campo y en presencia de infecciones concomitantes, tales como PRRS, Aujeszky, Ojo Azul, etc. U otros agentes inmunodepresores, por lo que la vacunación debe realizarse responsablemente. En un proceso de erradicación los virus de alta patogenicidad pueden ser rápidamente localizados y erradicados, y los de baja potogenicidad pueden persistir por años. Virus de baja o mediana patogenicidad pueden revertir a la virulencia por mutación, debido a pases seriados entre animales susceptibles. (Nuevos enfoques, Terpstra, op.cit,)
CONCLUSIONES
El primer lugar nacional en productividad en porcicultura nos cuesta como región y como nación la contaminación de uno de los pocos reservorios de aguas de un país cuyo futuro ya está amenazado por extendida contaminación de sus cuencas hidrológicas. Más de un millón de cerdos, cientos de miles de bovinos, millones de pollos, pavos y casi dos millones de humanos descargan sus heces en el subsuelo de este estado contaminando sus acuíferos. La escala y proporción de estas actividades, pensadas para satisfacer necesidades en otras latitudes, agudizan los riesgos de transmisión de enfermedades hacia los humanos a través de virus tan peligrosos como el H5N1 (fiebre aviar) y otras enfermedades que se incuban en huéspedes animales. Nada de información nos brindan las autoridades respecto a estos riesgos y a las inversiones necesarias para contenerlos. (Publicado por el Foro el 28 de Mayo de 2008 en PorEsto! en artículo titulado Yucatán se ve diferente!)
Ante semejante panorama epidemiológico las autoridades tanto ambientales como de la salud deben proponer cambios sustanciales en materia de legislación y manejo de los residuos peligrosos, ya hospitalarios, domésticos o industriales para proteger la salud de la población. Es inadmisible que los profesionales de los servicios de salud se limiten a los aspectos meramente curativos de un problema que debe atacarse a todos los niveles y desde todos los ángulos, para prevenirlo. No se trata de ocurrencias para que los amigos hagan buenos negocios, como la ensayada en Baca, se trata de establecer un plan junto con la sociedad para que las actividades productivas no generen desechos tóxicos. La indiferencia, la negligencia o la simple ignorancia en resolver estos problemas lindan con la complicidad en el asesinato. (Publicado por el Foro en PorEsto! en artículo titulado Residuos que matan autoridades que colaboran)
Lo integral no debe, en materia ambiental, ser desligado del concepto de radicalidad: medidas integrales que no cambien radicalmente los procesos socio-económicos actuales que destruyen equilibrios de ecosistemas y de salud NO NOS SIRVEN, ni en el mediano, ni en el largo plazo, para revertir las tendencias que nos agraden. Sólo sirven a fines políticos partidistas inmediatos, culto de personalidades “salvadoras”, aventuras tipo Vantech y a anular los mecanismos de alerta ante una gravedad que se oculta y disfraza. (Publicado por el Foro el 30 de Septiembre de 2007 en PorEsto! en artículo titulado En defensa de qué estuvimos y estamos a raíz de una lógica económica que nos agrede y lastima)
¡Buena oportunidad para revisar TODO! ¡Para desacralizar todo lo que hasta aquí nos ha maniatado a nebulosos fetichismos! No sólo porque el “crecimiento del mercado” era apenas el crecimiento de las fortunas de unos pocos. No sólo porque la fragilidad del crecimiento propuesto haya terminado por hacerse evidente hasta en las bolsas del mundo aunque desde mucho antes era evidente en el aumento de la pobreza, la destrucción de naturaleza y la promoción de nuevas enfermedades. No sólo porque el petróleo fácilmente disponible se agota. No sólo porque los especuladores especularon con el dinero de otros. No sólo porque el último modelo de política económica, la neoliberal, tiene los mismos objetivos que sus contrincantes keynesianos. No sólo porque la contaminación ambiental genera tumores, envenena las aguas, crea nuevas enfermedades o hace inseguros e insanos a los alimentos. No sólo porque la mayor cobertura de una escolaridad cada vez más extensa no ha mejorado la calidad de nuestros dirigentes, acabado con la estupidez o impuesto la decencia. No sólo porque la falta de ética se expresa en todos los estamentos sociales. No sólo porque hemos hecho el futuro de nuestros hijos mucho más incierto. No sólo porque acabamos bosques, erosionamos suelos o manipulamos irresponsablemente las cadenas genéticas. No sólo porque atropellamos peatones y ciclistas sin apenas pestañear. Sino por TODO esto junto, sumado y articulado. (Publicado por el Foro el 26 de Abril de 2009 en PorEsto! en artículo titulado Ante la coyuntura)
¡BASTA DE IMPUNIDAD PARA MATAR EN NOMBRE DE UNA ECONOMÍA QUE GENERA ENFERMEDAD!
¡CONTRA EL VIRUS DEL NAFTA Y SU COCHINERO CASTIGO EN LAS URNAS A LOS COMETACOS!
* Miembro Activo del Foro Permanente por la Defensa de nuestros Ecosistemas Peninsulares
Miguel Angel Ricci Antón*
La industria porcícola en México pretende salir inmaculada de una situación cuyo origen se encuentra en el manejo irresponsable con fines de lucro de un producto a tal punto manipulado por los humanos que hace inútiles los cambios de nombres de “fiebre porcina” por “influenza humana”. Tan humanamente manipulados son los actuales cerdos con exclusivos fines de lucro, que bien pudiera el sustantivo cerdo redefinirse como “receptáculo de una lista interminable de antibióticos, hormonas y vacunas vía oral o subcutánea”. Nadie pudiera sostener, en su sano juicio, que lo central de esta batería de aplicaciones se basa en una benigna preocupación por la salud de los cerdos. Más bien es la velocidad de la rotación del capital invertido lo que mueve a que en el menor tiempo posible se inflen los músculos y contextura de los cerdos para venderlos, recuperar el dinero invertido y apartar las ganancias. Alguien pensará que es mucho más sano, quizás, comprar un compresor e inflarlos con sólo aire pero no es ésa la elección que han hecho los porcicultores. Prefieren antibióticos y hormonas que rápidamente agreguen kilos y más kilos de musculatura preferentemente en aquellas partes del cerdo que puedan venderse más caras como sus cuartos traseros.
Tan dañino como el virus mismo es esta persistencia en imitar los procesos productivos de otros países y la mentalidad lucrativa que los promueve. Tan ansiosos están de ganancia nuestros productores y tan despreocupados de las consecuencias enfermantes de sus elecciones que siempre eligen, sin temor a equivocación, imitar las variantes más riesgosas y dañinas. También desde este punto de vista, la puntualización entre si el virus surgió en granjas “multinaciones” o mexicanas, es irrelevante: ¿nuestra creatividad acaso no se ha subsumido en imitar y subordinar nuestra economía y política (y hasta nuestra cultura) a la de EEUU? ¿Acaso la mentalidad franquiciataria no revela la genuflexión de nuestra creatividad ante el dudoso “beneficio” de ganancias pírricas? ¿Acaso nuestros actos cotidianos, en el Periférico de la Muerte o el carrusel mortuorio del narcotráfico no expresan una total despreocupación por la vida de otros/as? No es extraño entonces que desde este acostumbramiento a la muerte, las cifras relativas se conviertan en especulación política: 7, 20, 60 muertos, nada para algunos, poco para otros. Mueren más de otras cosas, nos convencemos y levantamos los hombros con una indiferencia que ni siquiera los animales poseen ante la muerte. La suma de todas las muertes evitables es el permanente proceso de deshumanización que aceptamos.
Este virus pandémico es el tributo a la política del NAFTA, lo cual, por una parte, lo identifica más socialmente que geográficamente, al mismo tiempo que delata la interesada indiferencia de los globalifílicos por el bienestar tanto de la gente, como del planeta. ¡Virus NAFTA es la denominación correcta! La anunciada consecuencia de un manejo pecuario y agrícola que acarrea más problemas que soluciones.
Estando así las cosas al interior de esta actividad pecuaria regional algunos querrán defender la tecnificación de las granjas como “científica” sin embargo el término tecnificación sólo mal oculta lo que en tono burlón hemos expuesto: un afán de lucro que manipula cualquier cosa sin preocuparse por los efectos de mediano y largo plazo, centrándose solamente en un único aspecto del corto plazo: el lucro. Nuestra manera burlona es sólo un esfuerzo de nuestra parte para controlar nuestra largamente contenida indignación fundada en los esfuerzos que hemos realizado advirtiendo sobre la situación ambiental y de salud en nuestro Yucatán.
¿Participación ciudadana? : puro gesto demagógico
Y no es que la indignación no haya sido expresada. El 22 de Marzo de 2005 solicitamos audiencia ante una presunta “Comisión de Ecología” del Congreso del estado de Yucatán para alertar acerca de la gravísima situación ambiental existente en el estado. En nuestro documento presentado a la Comisión decíamos:
El desarrollo ecológicamente sustentable es la vía no radical de cambiar el rumbo de acontecimientos ambientalmente catastróficos que se descargan sobre nuestra salud, la de nuestros hijos e hijas y sobre la propia biodiversidad que ha sido hasta ahora, la garantía de nuestra existencia. La vía radical la impondrá la Naturaleza misma. Sobran ejemplos en el mundo actual y en la historia.
Es horrible en estas circunstancias decir lo hemos venido advirtiendo pero hace falta un cinismo exacerbado para transformar un debate serio y profundo acerca del manejo sustentable de nuestros recursos en comilona de tacos cuando ni siquiera los recursos se manejan de manera sanitariamente responsable. Si la respuesta, de nuestros representantes, senadores y diputados, a las preocupaciones que hemos venido exponiendo públicamente como Foro es, una comilona de tacos de cochinita pues, entonces queda claro por qué estamos en la situación que estamos. Los intereses de grupos aparte de enfermarnos, se burlan de nosotros haciendo bailar a “nuestros representantes” en pleno cochinero. Ello justifica no sólo nuestro tono burlón, sino la insistencia en cuestionar despiadadamente lo que nos enferma y resistir la inoperancia y la indiferencia gubernamental. La falta de aplicación de reformas radicales de transformación de este manejo social de los recursos que nos agrede, abre el derecho de encontrar otras vías. ¡Los que estén dispuestos a dejarse matar sin resistencia que den un paso al frente! ¡El boicot espontáneo a la industria porcícola debe extenderse a todas las ramas de producción contaminantes y enfermantes!
Los “representantes” entonces advertidos no son exactamente los mismos de ahora. Los apellidos se suceden y la realidad empeora. Las siglas partidarias se suceden y persiste la mediocridad. Entonces, en el 2005, la presunta “Comisión de Ecología” tenía una mayoría priísta que, en su papel de oposición, le daba la bienvenida a la crítica ciudadana en tanto entendía que la crítica era sólo para el PAN gobierno. Es más nos solicitaron entonces que dado que no sabían nada de ecología, le echáramos un vistazo a la sección medioambiental del IV informe del entonces gobierno. Lo hicimos con la misma convicción con que hoy orientaremos la crítica en materia ambiental a este gobierno. La crítica del Foro al IV Informe de Patricio nos costó la persecución de compañeros a quienes querían expulsarlos del país para entorpecer las críticas del Foro. Uno de ellos Paco Barreda, español de Tenerife, debió abandonar el país y, de esta caprichosa manera, se salva de los ataques de los virus porcinos. ¡Enhorabuena Paco! Los que quedamos seguiremos ilustrando lo que se manifiesta como realidad: no hay peor enemigo de las mayorías mexicanas que algunos mexicanos.
En el mismo documento presentado a la supuesta “Comisión de Ecología” expresábamos entonces:
Es necesario desarrollar estrategias en las cuales, el sentido del desarrollo cubra las necesidades esenciales de los ciudadanos preservando los recursos básicos. Reorientando las tecnologías, controlando sus riesgos e incluyendo sistemáticamente la preocupación ambiental en los cálculos económicos.
En honor a la verdad los porcicultores no están solos en esto del manejo irresponsable de los recursos. Lo que agrava su irresponsabilidad. Como expresábamos en los anexos del documento presentado como conclusiones de nuestro Primer y Segundo Foro, en nuestro país, todas las ramas de producción degradan ecosistemas y salud sin mayores preocupaciones en el afán de ubicar a la economía de México entre las mayores economías del mundo. La pesca, el petróleo, los bosques, el transporte y la agricultura química son algunos de los ejemplos que desde hace tiempo hemos analizado y criticado con el afán de priorizar la salud de nuestra gente y los ecosistemas que los sustentan promoviendo procesos productivos y de consumo benévolos con la unidad simbiótica hombre-naturaleza. Hoy queda claro que el mayor éxito mexicano en el mercado internacional es, tristemente, la exportación de virus que matan.
Partidos, política e instituciones: ¿para qué?
¿Para ofrendar a la población a los dioses de dinero? ¿Para garantizar la consecuente degradación de ecosistemas? ¿Para destruir equilibrios milenarios y reemplazarlos con manipulables incertidumbres?
Sin resignarnos y basados en la experiencia del 2005 ante una supuesta “Comisión de Ecología” en funciones en el Congreso del Estado que reconocía saber nada de ecología, contribuimos a definir el perfil de quién ocuparía la Secretaría de Ecología en las nuevas condiciones políticas de cambio de partido en el gobierno y expresábamos:
Se requiere de la aplicación no sólo de medidas correctivas que tiendan a prevenir y a regenerar ecosistemas degradados sino la promoción de una cultura que le vuelva a otorgar a la relación sociedad – naturaleza, la esencial importancia que tiene. Para ello deben trascenderse las estrategias de marketing político, las cuales, lejos de abordar de manera fehaciente y consistente la problemática ambiental señalada, sólo producen teatrales discursos que nunca tocan a los intereses de diversa índole que contaminan, enferman y destruyen seres humanos y ecosistemas.
Ya de antemano sabíamos que no era una cuestión de personajes. Ni siquiera de conocimientos. Todos sabemos que si no hiciéramos o permitiéramos hacer lo que se sabe no debe hacerse porque genera degradación o enfermedad ¡México sería otro país! Sin embargo todos somos expertos en encontrar disculpas y justificaciones para continuar haciendo lo que es nocivo. Entonces en la determinación del perfil destacamos que:
No es sólo un problema de personajes, sino también de instituciones que no alcanzan para manejar con consecuente racionalidad las complejidades de la sociedad moderna. ¡Complejidades que no se reducen a la exclusiva preservación de los intereses empresariales sin contrapesos! De seguir como hasta aquí, seguiremos generando el desaliento, la pérdida de confianza hacia los responsables de la administración pública aunque el perfil sea el mejor.
Sin embargo hoy pretenden que critiquemos a China y a otros países y nuestro secretario de ecología (con funciones ahora ampliadas), en plena crisis sanitaria, hablando de malecones internacionales para turistas que por un buen tiempo seguirán negándose a enfermar. ¡Vaya sensibilidad popular! Entonces cuando propusimos el perfil de quien debería ocupar la Secretaría de Ecología, creíamos que la biología estaba emparentada directamente con la ecología y que en ese preciso ámbito, biológico-ecológico, hay (como hoy se revela) carencias mayúsculas de entendimiento en el ámbito público y empresarial. ¡Convertir en prioridad al malecón turístico, por ejemplo, más que certeza de diagnóstico ambiental revela subordinación a intereses económicos!
Premonitoriamente sosteníamos entonces que el futuro secretario no debía ser manipulado por los intereses políticos partidistas, que otras definiciones eran pertinentes y que en ausencia de ellas la especulación denunciaría otros motivos distintos que la defensa de bienestar general:
La rectoría de los perfiles debe estar subordinada a la rectoría de qué país queremos, qué instituciones, qué economía para cumplir con qué objetivos de corto y largo plazo. Si elegimos la creación de empleos a secas, sin condiciones respecto del ambiente podremos elegir a la persona más apta en la secretaría del medio ambiente que sólo contemplará impotente la continuación del deterioro ambiental renunciando como denuncia en el mejor de los casos o simulando que hace algo por el ambiente en el peor.
Cuando lo privado se manifiesta públicamente
Es un acto de poder el pretender que estas condiciones internas a la producción, las de Perote, las de la Siderurgia, las de PEMEX o Laguna Verde, sean concebidas como la única manera sensata de manejar nuestros recursos aún cuando descargan hacia afuera las nocividades de sus procesos externalizándolos socialmente y eludiendo la responsabilidad de las decisiones tomadas. Es imposición, es despotismo, es agresión. Aún organizada partidariamente la política debiera ser expresión del interés general de la sociedad, de acción controladora y ordenadora de los intereses particulares. Sin embargo, la política mexicana parece cada vez más inclinarse sólo a hacer públicos los intereses particulares.
Así nuestros “representantes” que debieran estar preocupados por las condiciones sanitarias que afectan a los ciudadanos eluden siquiera indagar en los hechos enfermantes y proteger a sus representados con un ramillete medidas locales y nacionales que prevengan enfermedades, antes que curarlas con medicinas extranjeras que escasean. Por el contrario, acuden presurosos al llamado de los grupos económicos intentando borrar un problema con actos groseramente simbólicos. Antes que comer tacos proponemos que, sin simbolismos, los diputados colaboren directamente en la atención médica y de insistirse en los simbolismos proponemos ¡que lo hagan sin tapabocas ni protección! ¡ Acepten sus limitaciones de conocimiento y sensibilidad y prepárense para escuchar y recibir instrucciones de la sociedad civil!
Debemos encontrar otras formas de representar nuestros intereses y defenderlos, que no sea promover a quienes están involucrados en jugosos negocios y aquellos que los permiten, facilitan, y hacen la vista gorda a cambio de prebendas. Hagan señores una correcta lectura del comportamiento social que bajó el consumo de la carne de cerdo: ¡la restauración de la tremenda desconfianza de la población no está en que juguetonamente se pongan a comer tacos! Tampoco está en que pavoneen Uds. los logotipos de todas las instituciones que Uds. han metódicamente corrompido vaciándolas de contenido y obstaculizando en ellas el debate permanente al transformarlas en “empleos”, o concesiones políticas a los “políticamente correctos”. ¡Es inaudito que la UADY en lugar de investigar seriamente acerca del origen de los problemas sanitarios se subordine a la puerca propaganda mercadológica! ¡Es inaudito que las organizaciones civiles expongamos lo que instituciones afines al problema como Veterinaria y Zootecnia deberían exponer sin tapujos ni especulaciones!
De esta manera, la política y la academia se subordina rastreramente a la economía, con la vana pretensión, de cobijar y separar a los sectores productivos de la corrupción galopante que impera en la sociedad y de la cual deben diferenciarse. En verdad los intereses económico-empresariales y sus asesores políticos han sido el origen del desmantelamiento de la protección básica con que la población, en su rol de consumidores y productores asalariados, debiera contar. El mal llamado neoliberalismo, en verdad antiguo liberalismo, con su nuevo ramillete de reformas estructurales promotoras de negocios degradantes, obscuros y rápidos, expuso a amplios sectores de la población a merced del hambre y la miseria y, en su extensión a merced de enfermedades incubadas en cada uno de sus procesos productivos. Toda inversión en medidas sanitarias que protegiera preventivamente a la población fueron consideradas inversiones superfluas. Los hospitales que se hicieron eran con la intención de hacer negocios en dólares atrayendo un turismo que le llamaban “turismo médico” y que consistía simplemente en despreocuparse de las condiciones sanitarias del territorio y de su gente. Los invitados a una “segunda residencia” en México y Yucatán se suponía tenían necesidades de atención y de las costosas, lo que bastó como argumento para construir pomposos Hospitales Regionales que ni siquiera pueden distinguir un virus de otro.
No hay seguridad nacional sin seguridad ecológica
Obnubilados por el dinero, olvidaron lo que el virus de la fiebre porcina viene a recordarles: no hay seguridad en general, ni seguridad nacional en particular, si la seguridad alimentaria, así como la seguridad sanitaria y la seguridad ecológica no constituyen el trípode sobre el cual descanse las políticas de la nación. Las actividades económicas y sus procesos de producción y de consumo deben estar subordinadas y descansar sobre las garantías de ecosistemas no degradados y una población saludable. ¡Éstos son los verdaderos factores de la producción! Si la industria porcícola se hiciera cargo de todos los costos que su manejo descuidado generó, el kilo de carne de cerdo no sería competitivo ni en el mercado local ni en el internacional. La competitividad que hoy pueda poseer es porque no se incluyen los costos que durante décadas han degradado ecosistemas y enfermado gente (aunque esa gente ni siquiera lo supiera). Es hora de reestructurar a fondo las actividades económicas; de hacerlas descansar sobre criterios ambientales y de sanidad; de hacerlas conscientes y responsables de que la nación depende de su capacidad para regenerar ecosistemas y su capacidad de alimentar sanamente a su gente.
¡Menos mal que no hemos tenido un Chernobil! ¡Menos mal que Laguna Verde no ha reventado! ¡Menos mal que Seveso queda en Italia y Bhopal en la India! De lo contrario entre la desinformación, la desconfianza, las nieblas ideológicas y políticas, la falta de preparación e infraestructura y la ya endeble situación de salud, la población de México acabaría por desaparecer. ¿Para qué realmente nos sirven costosas instituciones como SEDUMA, SAGARPA, SSY, CONAGUA, DESARROLLO RURAL, si promueven procesos enfermantes de producción y consumo por error u omisión? ¿Sólo para generar empleos? Más y más la emergencia de consecuencias enfermantes no podrán ser resueltas sólo como problema médico, antes bien debiera reunir e involucrar a todas las disciplinas en una perspectiva inter y transdisciplinaria que prevenga efectos nocivos antes que tratarlos.
Vacuna o no vacuna: ¿elección de quién para qué?
El costo de navegar a dos aguas. Entre un desarrollo capitalista salvaje a secas y un capitalismo organizado (también salvajemente). En otras partes del mundo se hacen los mismos negocios pero de otra manera. La política de no vacunación de la Unión Europea contra la Fiebre Porcina Clásica, por ejemplo, (FPC) no fue adoptada por todos los países miembros al mismo tiempo. La vacunación en Holanda, por ejemplo, se eliminó en 1986 (hace 23 años), en Bélgica y en España en 1988, en Alemania y Portugal en 1989 y en Italia en 1990. En los otros países de la UE, la vacunación cesó antes, o nunca antes se había practicado. El artículo 14 de la Directiva 80/217/EEC permite que se efectúe la vacunación emergente de acuerdo a la estrategia holandesa pero después de eliminar la infección (y no para esconderla como en México). Las limitaciones comerciales para cerdos y productos porcinos son tan perjudiciales para un área en donde se vacuna que a la fecha ningún país ha recurrido a la vacunación. (Nuevos enfoques, con o sin vacunación, en el control de la fiebre porcina clásica en Europa - Catarinus Terpstra - Simposyum Internacional –PUEBLA-1998)
O se hace énfasis en la necesidad de una estrategia de vacunación sistemática, junto con un entrenamiento y servicio de campo competente y, un servicio de diagnóstico con laboratorio especializado para lograr el reconocimiento de status libre de FPC, o se asumen políticas de no vacunación en la erradicación de una epizootia de FPC, en un área de elevada densidad porcina.
Aunque existen muchas vacunas convencionales contra la FPC e inducen protección contra los signos clínicos de la infección y difusión del virus, su uso no ha sido recomendado en la UE porque los anticuerpos inducidos por estas vacunas no pueden ser distinguidos de aquellos inducidos por virus de campo. Consecuentemente los brotes de FPC son controlados por medidas cuarentenarias y por despoblación de piaras infectadas o sospechosas. Está elección lleva al sacrificio y destrucción de un gran número de piaras no infectadas. (Nuevos enfoques, con o sin vacunación, en el control de la fiebre porcina clásica en Europa - Catarinus Terpstra - Simposyum Internacional –PUEBLA-1998)
¿Será que en la Sorbona de París o en Göteborgs Universitet saquen anuncios promoviendo el consumo de carne porcina en plena epidemia? ¡Qué ignorantes! ¡Sacrifican hasta las piaras sospechosas! ¿Postulamos a la UADY para corregir semejantes hábitos acientíficos en la Unión Europea o salvamos a Felipe Carrillo Puerto de la universidad que resultó? ¿Qué hacemos con instituciones que a la deriva encallan en los arrecifes del poder del dinero, del mercantilismo y de la indiferencia hacia la salud de su propia gente?
El uso de una vacuna marcada en una fase temprana de la epizootia indudablemente puede limitar tanto la duración como la extensión de la misma. A pesar de que la vacuna marcada induce un desarrollo más lento de la inmunidad en comparación con las vacunas convencionales, pudiera ser utilizada en campañas de vacunación de emergencia contra FPC, cuando los brotes en áreas hasta ahora libres puedan no ser controladas por otros métodos. (Nuevos enfoques, Terpstra, op.cit, sub nuestros)
El significado epidemiológico de las cepas de virus de baja virulencia es que inducen tolerancia, estados de portador sano, e infecciones crónicas, por lo que hace muy difícil su diagnóstico clínico. Además, el virus se puede difundir con varios procedimientos zootécnicos comunes en las granjas y que pueden mover el virus de un animal a otro como ocurre con la aplicación de inyecciones, castración, descole, muesqueo, hierro en los recién nacidos, etc. El virus puede incluso contaminar biológicos o farmacéuticos y así diseminarse a más animales. Terpstra,1991; Morilla, 1997)
El virus puede incluso ser transmitido mecánicamente por mascotas, pájaros, y artrópodos (Van Oirschot, 1992). Se ha publicado difusión viral a través del mapache y gorriones capturados en granjas (Correa, 1981), además de diversos insectos y parásitos, como son los gusanos pulmonares (metastrongílidos), la fase larvaria de la triquina ( Trichinella spiralis), moscas (Musca domestica, Musca autumnalis, Stomoxys calcitrans y Tabanus linolea y T. quinquevittatus) e incluso mosquitos aislados de granjas infectadas hasta tres días después de haberlas despoblado. Esto es especialmente importante en las condiciones climáticas de países tropicales.
La experiencia en Europa ha probado que la FPC puede erradicarse de áreas enzoóticas si un régimen sistemático y estricto de vacunación, avalado por política veterinaria y medidas zoosanitarias, es continuo por un determinado período de tiempo. En regiones con un régimen de vacunación no sistemático o incompleto, aún en presencia de las mismas medidas suplementarias, el número de brotes existentes puede comenzar a incrementarse, cuando tal régimen es más negligente en anticipación de una vacunación prohibida (Terpstra, 1991)
La idea de que pudiera existir una cooperación entre virus y bacterias en las neumonías fue conceptuada a raíz de las pandemias de influenza humana, ocurridas durante el siglo pasado (Ciprian y Mendoza, 1997) En México se ha descrito el desencadenamiento de la pasteurelosis pulmonar por medio de cepas vacunales del virus FPC debido a la inmunosupresión de la vacuna que favorece la infección por Pasteurella multocida (Pijoan y Trigo, 1987). Este experimento clásico demuestra la predisposición a la colonización bacteriana, siendo posible que en los lugares donde se vacuna masivamente, estén participando cepas de baja virulencia con el mismo efecto (Pijoan y Ochoa 1978; Ciprian y Mendoza 1997)
También se ha demostrado que la vacunación provoca ocasionalmente reacciones indeseables en los animales, como es el cuadro clínico atípico o posvacunal denominado “colerela”, que puede exacerbar los signos clínicos respiratorios o digestivos, o bien Choque endotóxico. La patogenia concuerda con la que se ha reportado en humanos que sufren Dengue, que es causado por otro Togavirus como el de la FPC. En este caso cuando el individuo tiene anticuerpos a bajo título y se infecta, estos anticuerpos no logran neutralizar al virus, y lo ayudan a transportarlo a las células del sistema reticuloendotelial, alterándolas y provocando lesiones hemorrágicas. (Morilla et.al., 1992)
En trabajos de campo aún no publicados (Quintero, comunicación personal) se ha podido demostrar que la vacunación puede tener un efecto muy importante en la presentación clínica de otras patologías. A pesar del esfuerzo realizado y al conocimiento que tenemos de la enfermedad, el agente causal y su epidemiología, la FPC aún no se ha podido eliminar de muchos países. Esto puede deberse a la alta densidad porcina en ciertas áreas; al movimiento de cerdos, productos y subproductos de origen porcino a grandes distancias; y a la frecuente incapacidad de rastrear la fuente de los brotes.
Desconocemos el efecto del virus vacunal al nivel de campo y en presencia de infecciones concomitantes, tales como PRRS, Aujeszky, Ojo Azul, etc. U otros agentes inmunodepresores, por lo que la vacunación debe realizarse responsablemente. En un proceso de erradicación los virus de alta patogenicidad pueden ser rápidamente localizados y erradicados, y los de baja potogenicidad pueden persistir por años. Virus de baja o mediana patogenicidad pueden revertir a la virulencia por mutación, debido a pases seriados entre animales susceptibles. (Nuevos enfoques, Terpstra, op.cit,)
CONCLUSIONES
El primer lugar nacional en productividad en porcicultura nos cuesta como región y como nación la contaminación de uno de los pocos reservorios de aguas de un país cuyo futuro ya está amenazado por extendida contaminación de sus cuencas hidrológicas. Más de un millón de cerdos, cientos de miles de bovinos, millones de pollos, pavos y casi dos millones de humanos descargan sus heces en el subsuelo de este estado contaminando sus acuíferos. La escala y proporción de estas actividades, pensadas para satisfacer necesidades en otras latitudes, agudizan los riesgos de transmisión de enfermedades hacia los humanos a través de virus tan peligrosos como el H5N1 (fiebre aviar) y otras enfermedades que se incuban en huéspedes animales. Nada de información nos brindan las autoridades respecto a estos riesgos y a las inversiones necesarias para contenerlos. (Publicado por el Foro el 28 de Mayo de 2008 en PorEsto! en artículo titulado Yucatán se ve diferente!)
Ante semejante panorama epidemiológico las autoridades tanto ambientales como de la salud deben proponer cambios sustanciales en materia de legislación y manejo de los residuos peligrosos, ya hospitalarios, domésticos o industriales para proteger la salud de la población. Es inadmisible que los profesionales de los servicios de salud se limiten a los aspectos meramente curativos de un problema que debe atacarse a todos los niveles y desde todos los ángulos, para prevenirlo. No se trata de ocurrencias para que los amigos hagan buenos negocios, como la ensayada en Baca, se trata de establecer un plan junto con la sociedad para que las actividades productivas no generen desechos tóxicos. La indiferencia, la negligencia o la simple ignorancia en resolver estos problemas lindan con la complicidad en el asesinato. (Publicado por el Foro en PorEsto! en artículo titulado Residuos que matan autoridades que colaboran)
Lo integral no debe, en materia ambiental, ser desligado del concepto de radicalidad: medidas integrales que no cambien radicalmente los procesos socio-económicos actuales que destruyen equilibrios de ecosistemas y de salud NO NOS SIRVEN, ni en el mediano, ni en el largo plazo, para revertir las tendencias que nos agraden. Sólo sirven a fines políticos partidistas inmediatos, culto de personalidades “salvadoras”, aventuras tipo Vantech y a anular los mecanismos de alerta ante una gravedad que se oculta y disfraza. (Publicado por el Foro el 30 de Septiembre de 2007 en PorEsto! en artículo titulado En defensa de qué estuvimos y estamos a raíz de una lógica económica que nos agrede y lastima)
¡Buena oportunidad para revisar TODO! ¡Para desacralizar todo lo que hasta aquí nos ha maniatado a nebulosos fetichismos! No sólo porque el “crecimiento del mercado” era apenas el crecimiento de las fortunas de unos pocos. No sólo porque la fragilidad del crecimiento propuesto haya terminado por hacerse evidente hasta en las bolsas del mundo aunque desde mucho antes era evidente en el aumento de la pobreza, la destrucción de naturaleza y la promoción de nuevas enfermedades. No sólo porque el petróleo fácilmente disponible se agota. No sólo porque los especuladores especularon con el dinero de otros. No sólo porque el último modelo de política económica, la neoliberal, tiene los mismos objetivos que sus contrincantes keynesianos. No sólo porque la contaminación ambiental genera tumores, envenena las aguas, crea nuevas enfermedades o hace inseguros e insanos a los alimentos. No sólo porque la mayor cobertura de una escolaridad cada vez más extensa no ha mejorado la calidad de nuestros dirigentes, acabado con la estupidez o impuesto la decencia. No sólo porque la falta de ética se expresa en todos los estamentos sociales. No sólo porque hemos hecho el futuro de nuestros hijos mucho más incierto. No sólo porque acabamos bosques, erosionamos suelos o manipulamos irresponsablemente las cadenas genéticas. No sólo porque atropellamos peatones y ciclistas sin apenas pestañear. Sino por TODO esto junto, sumado y articulado. (Publicado por el Foro el 26 de Abril de 2009 en PorEsto! en artículo titulado Ante la coyuntura)
¡BASTA DE IMPUNIDAD PARA MATAR EN NOMBRE DE UNA ECONOMÍA QUE GENERA ENFERMEDAD!
¡CONTRA EL VIRUS DEL NAFTA Y SU COCHINERO CASTIGO EN LAS URNAS A LOS COMETACOS!
* Miembro Activo del Foro Permanente por la Defensa de nuestros Ecosistemas Peninsulares
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