ARGELIA YA NO CREE EN PROMESAS El presidente argelino Abdelaziz Buteflika acaba de reformar la Constitución para poder presentarse por un tercer mandato en abril de 2009, a pesar de que reconoció el “fracaso” de su política. Desesperada, la sociedad muestra desinterés frente a las elecciones, al tiempo que se han multiplicado los motines. Por: Ali Chibani , enviado especial Traducción: Florencia Giménez Zapiola “Para ir a Larbaa Nath Irathen (LNI, en Cabilia), sólo hay caminos que suben” (1) una sucesión de curvas en rutas estrechas. Se perciben colinas en cascada. Bajo una luz brillante, los fresnos, olivos y otros árboles frutales verdecen. Desgraciadamente, desechos esparcidos de manera anárquica estropean la belleza del lugar: botellas, bolsas y otros detritos tapizan el suelo. En todo el territorio, tanto en la ciudad como en el campo argelino, la destrucción del paisaje refleja el estado de ánimo de la sociedad. Antiguamente llamada Fort National por los franceses, la