Nunca más la imposición
Por Ricardo Andrade Jardí
Y una vez más, los siempre “democráticos” derechistas latinoamericanos hacen gala del repudio que sienten por la voluntad popular y perpetran un golpe militar en Honduras, el primero de los muchos que intentaran asestarle al continente, sobre todo a los países que han logrado o intentado dar un giro hacia una economía menos criminal que la impuesta por el libre mercado y la “Democracia Corporation S.A”.
Honduras, hoy, debe ser una buena lección para toda esa izquierda institucionalizada, que sigue defendiendo en países como México, el discurso absurdo de que el único camino para el cambio es el de las urnas, no hay derecha que soporte la democracia electoral, cuando los resultados le son adversos, los ejemplos son cientos, baste el acosamiento al Evo Morales y sus “indios” que, bajo las reglas impuestas de la burguesía, eligieron cambiar su realidad, lo que la derecha, financiada por la CIA, se ha ocupado de minar cada minuto, o los constantes golpes (literalmente hablando) contra Hugo Chávez electo y refrendado una y otra vez, o la historia de Nicaragua y la contrarrevolución por tantos años promovida por la CIA y las oligarquías corruptas del continente. El golpe en Honduras no es un hecho aislado, es, posiblemente, el laboratorio de lo que los “demócratas cristianos y los fascistas latinoamericanos, con dinero de la monárquica derecha española y el imperio yanqui, auguran al continente.
La suerte de Honduras, como la de Bolivia o la de cualquier país del continente, que en este momento histórico para el mundo, han decidido cambiar una política económica de mierda, por otro rumbo económico, político y social menos injusto, menos criminal, en el que la distribución de la riqueza no siga siendo para unos cuantos, ante la reproducción vergonzosa de la miseria y la esclavitud, será la suerte de todo un continente.
La mafia corrupta de la derecha latinoamericana, que en los últimos años ha perdido el control político de países como Bolivia, y nada menos que bajo sus burguesas leyes de representatividad, demuestra su calaña una vez más, esta vez en Honduras, y su verdadera falta de vocación democrática. Las próximas horas son decisivas para Honduras y para el continente, la información de lo que sucede al interior de aquel país centroamericano llega a cuenta gotas, el golpe militar fascista oligarca ha tomado el control de toda forma de comunicación, pero sabemos que hay un pueblo que ha elegido jugarse todo, que ha decidido defender la dignidad y la voluntad popular, frente a la barbarie y el tremendo retroceso que significa para el mundo, el hecho de que un presidente constitucional, no un usurpador pelele como en otras geografías, sea expulsado y derrocado en una intentona golpista de la ultra derecha. Es un momento histórico, en el cual la solidaridad de todo el continente, de todos los hombres y mujeres que se pretenden libres y que luchan por la dignidad rebelde por la justicia social, tienen la obligación de ser testigos de primera línea, de ser escudos que se oponga a permitir que, una vez más, las oligarquías corruptas y siempre impunes logren imponer a un nuevo usurpador a la medida de los intereses de los grandes capitales.
El continente merece una mejor suerte, es la hora cuando todos tenemos la obligación de repudiar el golpe y exigir, con toda la fuerza, la restitución del orden constitucional y el respeto de la voluntad popular, que no es otra que la restitución del presidente Manuel Zelaya.
Toda imposición debe ser desconocida por los organismos internacionales, de los que debemos estar vigilantes pues en sus posturas revelarán su voluntad democrática o su complicidad con el golpe, con los intereses económicos y con el falso discurso de la “Democracia Corporation S.A.”
Así mismo, todos los organismos internacionales y todos los países del mundo deberían obligarse a desconocer, sin hipocresías, cualquier forma de gobierno en Honduras, que no sea el que fue elegido por la gente y no por una pandilla de legisladores que han vendido su conciencia a cambio de un puñado de limosnas, que responde exclusivamente a la mentira de las telecracias y al poder del dinero.
¡Alto a la barbarie!
POR ESTO!
Y una vez más, los siempre “democráticos” derechistas latinoamericanos hacen gala del repudio que sienten por la voluntad popular y perpetran un golpe militar en Honduras, el primero de los muchos que intentaran asestarle al continente, sobre todo a los países que han logrado o intentado dar un giro hacia una economía menos criminal que la impuesta por el libre mercado y la “Democracia Corporation S.A”.
Honduras, hoy, debe ser una buena lección para toda esa izquierda institucionalizada, que sigue defendiendo en países como México, el discurso absurdo de que el único camino para el cambio es el de las urnas, no hay derecha que soporte la democracia electoral, cuando los resultados le son adversos, los ejemplos son cientos, baste el acosamiento al Evo Morales y sus “indios” que, bajo las reglas impuestas de la burguesía, eligieron cambiar su realidad, lo que la derecha, financiada por la CIA, se ha ocupado de minar cada minuto, o los constantes golpes (literalmente hablando) contra Hugo Chávez electo y refrendado una y otra vez, o la historia de Nicaragua y la contrarrevolución por tantos años promovida por la CIA y las oligarquías corruptas del continente. El golpe en Honduras no es un hecho aislado, es, posiblemente, el laboratorio de lo que los “demócratas cristianos y los fascistas latinoamericanos, con dinero de la monárquica derecha española y el imperio yanqui, auguran al continente.
La suerte de Honduras, como la de Bolivia o la de cualquier país del continente, que en este momento histórico para el mundo, han decidido cambiar una política económica de mierda, por otro rumbo económico, político y social menos injusto, menos criminal, en el que la distribución de la riqueza no siga siendo para unos cuantos, ante la reproducción vergonzosa de la miseria y la esclavitud, será la suerte de todo un continente.
La mafia corrupta de la derecha latinoamericana, que en los últimos años ha perdido el control político de países como Bolivia, y nada menos que bajo sus burguesas leyes de representatividad, demuestra su calaña una vez más, esta vez en Honduras, y su verdadera falta de vocación democrática. Las próximas horas son decisivas para Honduras y para el continente, la información de lo que sucede al interior de aquel país centroamericano llega a cuenta gotas, el golpe militar fascista oligarca ha tomado el control de toda forma de comunicación, pero sabemos que hay un pueblo que ha elegido jugarse todo, que ha decidido defender la dignidad y la voluntad popular, frente a la barbarie y el tremendo retroceso que significa para el mundo, el hecho de que un presidente constitucional, no un usurpador pelele como en otras geografías, sea expulsado y derrocado en una intentona golpista de la ultra derecha. Es un momento histórico, en el cual la solidaridad de todo el continente, de todos los hombres y mujeres que se pretenden libres y que luchan por la dignidad rebelde por la justicia social, tienen la obligación de ser testigos de primera línea, de ser escudos que se oponga a permitir que, una vez más, las oligarquías corruptas y siempre impunes logren imponer a un nuevo usurpador a la medida de los intereses de los grandes capitales.
El continente merece una mejor suerte, es la hora cuando todos tenemos la obligación de repudiar el golpe y exigir, con toda la fuerza, la restitución del orden constitucional y el respeto de la voluntad popular, que no es otra que la restitución del presidente Manuel Zelaya.
Toda imposición debe ser desconocida por los organismos internacionales, de los que debemos estar vigilantes pues en sus posturas revelarán su voluntad democrática o su complicidad con el golpe, con los intereses económicos y con el falso discurso de la “Democracia Corporation S.A.”
Así mismo, todos los organismos internacionales y todos los países del mundo deberían obligarse a desconocer, sin hipocresías, cualquier forma de gobierno en Honduras, que no sea el que fue elegido por la gente y no por una pandilla de legisladores que han vendido su conciencia a cambio de un puñado de limosnas, que responde exclusivamente a la mentira de las telecracias y al poder del dinero.
¡Alto a la barbarie!
POR ESTO!
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