EDITORIAL



1810-1910-2010
 
Si bien no nos sorprende, no deja deja de ser un evento que nos provoca la perplejidad, el hecho de que habiendo llegado a septiembre y noviembre del 2010, nuestra cada día más mediocre clase política nos proponga una celebración “bicentenaria y centenaria” que renuncia a las ideas y al deseable debate nacional de “eso qué significa ser mexicano”, doscientos años después de la aventura independentista y cien años después de la gesta revolucionaria. En medio de la descomposición social, en un país en el que se baila al son de las balas, donde la solidaridad no es más que un recuerdo de otros tiempos, y peor aún, donde “las campanadas ya no convocan a nadie”. Habiendo llegado pues al punto de destino donde los niños de ayer educados por Chespirito y Chabelo, hoy ocupan los puestos de decisión política, es decir, nos desgobiernan; hacemos una breve pausa y optamos por hacer de este tardío y triple numero (septiembre, octubre y noviembre) de El Tábano de Io, nuestra particular aporte, para medianamente intentar conmemorar los doscientos años de nuestras “mestiza independencia” e intentar valorar cuales son los aportes de la “revolución social” de 1910, si es que aún queda alguno, en el contemporáneo México, pues no olvidamos que la resistencia indígena es, más bien, un asunto de cuando menos 500 años y que la pobreza y la injusticia de hace 100 años, no es muy distinta de la que hoy nos aqueja. Doscientos años de insurgencias y la cosa parece no llegar a un punto de autentica justicia. Proponemos, desde nuestra malformación de oficio, una dramaturgia que, nosotros, clasificamos como de contra historia, ejercicio escénico de rebeldía, que pretende ser un mínimo aporte, de nuestra trinchera artística y desde su estreno en Bueno Aires, Argentina en 2008, a ese debate, que si bien imaginábamos, sustentado en la demagogia oficial de los olvidos, nunca supusimos, ingenuos que somos, que llegaríamos como país a un septiembre y a un noviembre (bicentenario de la independencia y centenario de la revolución respectivamente), con un “mega show” de pan y circo, que opto por derrochar millonarios recursos públicos y cancelar todo intento de pensarnos y encontrar en ese pensar, una mínimo esbozo de eso que debería ser una identidad común, que al parecer tendrá que esperar, y aquí sí que deseamos de todo corazón estar bien equivocados, otros doscientos años.

El retardo en la publicación, que sabemos por todos tan esperada, obedece a compromisos artísticos que nos han entretenido considerablemente. Pero aquí esta por fin el numero especial del Tábano de Io, por el bicentenario y el centenario de las luchas revolucionarias que en algún punto intentaron darnos patria... Esperamos que los muertos de nuestra felicidad, más que reprocharnos lo que no supimos defender, regresen para compartir con nosotros el entendimiento de nuestros extravíos y de ahí inventar nuevos caminos con una inequívoca visión de futuro. Por supuesto no esperamos ya que ese caminar salga de la inmunda clase política que sin importar las siglas que ostentan, sus ambiciones, se anuncian más bien invalidas. Estamos convencidos de que ese caminar de futuro nacerá desde abajo, desde el urgente despertar de una sociedad que doscientos años después de haber expulsado a los invasores, no atina/mos aún a comportarnos con la razón comunitaria que la libertad exige.

Aquí pues dejamos para su crítica lectura y siempre que la la felicidad así lo requiera, este material que no pretende otra cosa que conocer un poco del pensamiento que éxito dos de las más importantes revoluciones mexicanas.

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