¿EDUCACIÓN?

Los prestigiados


Por: Camilo Solís


El prestigio que presume la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), se le otorga al cumplir los académicos-investigadores-maestros con los parámetros de competividad provenientes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), el cual forma parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
Así se dice que una universidad, al cumplir con los requerimientos del SNI y el CONACYT, es una de las de mayor prestigio, y por lo tanto, los académicos que la integran son prestigiados, es decir, reciben beneficios por ser competentes, como el ser reconocidos con el mejor nivel de investigadores o tener mayor oportunidad de becas y recursos, cada vez que van reuniendo más puntos académicos.



Si para los prestigiados, toda esta lógica es aceptable, entonces lo es por su decisión, pero no lo es cuando a los estudiantes universitarios se les toma como puntos académicos, y esto al momento de que el estudiante inicia con su investigación para la tesis, pero se topa con que su búsqueda en la investigación no forma parte de la búsqueda de los prestigiados, quienes serán sus asesores de tésis.
En ese momento, los prestigiados académicos-investigadores-maestros le harán ver que es más práctico manejar un tema de tesis con las líneas de investigación que ya están trazadas por ellos, quienes ya son personal de planta de la universidad, es decir, los que ya llevan años ahí establecidos, juntando puntitos académicos.
Otra situación es cuando el estudiante quiere ser asesorado por algún maestro nuevo o que no sea de planta, sino de contrato. Quiere ser asesorado por ese maestro pues tiene más experiencia del tema, incluso, ese maestro nuevo puede tener mucho más experiencia en ese tema que cualquier prestigiado.
Entonces, a algún prestigiado se lo podrá ocurrir decir que si te asesora un maestro que no es de planta, será probable que la investigación de tésis no recibirá apoyo económico, pues sólo los estudiantes trabajando en líneas de investigación de los prestigiados, son los que reciben esos apoyos. Sí, lo dirán, pero quién sabe si está escrito en algún lado como lo único que puede pasar.
Sin embargo, en los dos ejemplos mencionados, la razón última es que los prestigiados quieren asesorar en su tésis a los estudiantes pues, por cada uno que salga egresado, representa un puntito académico para su tabla de competencias. Ellos quieren atenerse a ese sistema, es su decisión, pero las búsquedas e investigaciones de los estudiantes no tienen que verse envueltas.
Es como que a Michael Foucault le hubieran dicho que no podía investigar la historia de la sexualidad porque sólo podía decidir entre historia del arte o historia de las colonias francesas. Personas como María Montessori, tampoco hubiera desarrollado innovadores métodos de educación si sólo se limitaba a los avances pedagógicos de su tiempo y su área, pero logró cambios al involucrarse en investigaciones de una disciplina distinta a la suya: la medicina.
La búsqueda del conocimiento de estudiantes y maestros no tiene que ser regida por puntos académicos, y tener ese tabulador como máxima para medir los resultados de quienes trabajan ciencia, significa que poco importará si en lo demás no aporta resultado alguno.

Publicado en U'uy u t'aan # 9, principios de mayo 2010
Mérida Yucatán, México
http://www.subelealvolumen.blogspot.com/



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