APORTACIONES (IN)VOLUNTARIAS

El constante poder comunitario



Por: Alberto Híjar

El futuro amenazante es respondido por organizaciones populares maltratadas por todos los niveles de gobierno. Por esto, el encuentro entre la Cooperativa El Ocotenco y el Taller de Construcción del Socialismo del sábado 22 de agosto, abre una perspectiva de beneficio común donde todos aprendemos y crecemos con la certeza de contribuir a superar los miedos y depresiones ante el terrorismo de Estado. Esta histórica tendencia característica de la crisis de muerte del capitalismo, es singularmente terrible ahí donde no llega la vigilancia ciudadana ni los reporteros. Bromeamos en Zacacuautla que no es territorio Telcel porque no hay manera de usar la red electrónica y la telefonía es deficiente y contentadiza. No obstante, la Delegación ha logrado construir un segundo piso a su pequeña oficina para albergar un centro de cómputo comprometido con SEDESOL. La cooperación ha sido monetaria y con trabajo. Asombra que el terraplén donde ya está la escalera, haya servido para subir los costales con el relleno del piso porque si era difícil trepar sin carga es inimaginable para un ser urbano el ascenso en todo sentido simbólico del tequio, ese gran recurso comunitario de liberar al trabajo de su reducción mercantil e individualista.
La Delegación de Zacacuautla ha decidido animar la fiesta patronal de septiembre con un concurso de la joven más apreciada. Será premiada aquélla que reúna más dinero para aplicarlo en la terminación del centro de cómputo y otras necesidades. Una joven quinceañera agraciada vende paletas y explica el sentido de la próxima caravana que irá hasta Money para invitar a todo mundo a la fiesta. De paso, así se supera el artificio de la frontera entre Hidalgo y Puebla donde el bosque debiera ser en beneficio de toda la humanidad entera urgida de respiraderos y manantiales.
Todo va resultando comunitario, desprendido del beneficio privatizador. Así fue la comida realizada en la plaza principal, al pie del espantoso Benito Juárez irreconocible con su rostro verde que habrá que sustituir con otro a la altura del héroe cuya frase está amplificada en el muro principal de la oficina: “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Uno de los TACOSOS donó una reproducción del Juárez de González Camarena que sirvió, además, para explicar cómo será la exposición ambulante que amplificará fotos del bosque arrasado por los taladores y de las fiestas comunitarias alternadas con las cuartetas de doña Benita que dan cuenta de los días y los años de Zacacuautla.
En un mes empezará el taller de testimonio una vez que han sido localizados dos ancianos cercanos a cumplir cien años de vida y una mujer un poco más joven, todos lúcidos con la memoria completa de la población, el bosque, el agua, la presa, la antigua y desaparecida estación del tren, los tiempos de cuando hubo una cooperativa de transporte público que llegaba hasta Tulancingo y el Distrito Federal. Alimentarán el registro testimonial, el libro de actas donde constan los acuerdos para pagar deudas, las de dinero y las de honras agredidas, los tratos sobre tierras, hijos y borregas, los saludos de quien deja unos cuantos pesos porque no puede quedarse a la fiesta.
La compañera que ya trabaja en el blog, explicó la importancia de que en las redes ecologistas se sepan las hazañas de la Delegación de Zacacuautla en defensa del bosque y del agua y las trampas sorteadas de la policía, el municipio, el gobierno de Hidalgo y la SEMARNAT y la PROFEPA para retrasar trámites, proteger a los maleantes, culpar a los defensores del pueblo para garantizar impunidad de los falsos propietarios. Comenta doña Teófila y acotan los del Ocotenco que la escritura falsa ostentada por Pedro Canales, el talamontes mayor, está firmada por un muerto cuando el beneficiario tenía 16 años. Todos saben dónde viven Los Negros, la famosa banda de asesinos, pero nadie obstaculiza sus encomiendas de talar, sacar los troncos y a la par secuestrar, asaltar camiones de carga y matar opositores. Informó un vecino que el exgobernador narcotraficante de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, estuvo escondido en un rancho de la cabecera municipal Acaxochitlán porque tiene relaciones con los Sosa, esa familia de caciques que ha dado lugar al libro La Sosa Nostra que le costó una demanda a su autor por haber documentado la cadena criminal que se vale de la rectoría de la Universidad de Hidalgo y todos los niveles de poder estatal para aspirar a la gubernatura de Hidalgo o al menos mantener la influencia del actual senador Gerardo Sosa.
En medio de todo esto está atravesada la Delegación de Zacacuautla con sus funcionarios sin sueldo que han tomado en serio el honor de su elección en asamblea. Necesitaríamos como treinta años para hacer todo lo que queremos, dice Trini -el segundo de a bordo- y por esto la Cooperativa El Ocotenco aprovecha ahora los resquicios oficiales pero sabe que su lucha comunitaria es de largo plazo. Ojalá el TACOSO asuma esta urgencia histórica de los tiempos del despojo imperial más criminal de todos los tiempos.

Tomado del POR ESTO!
27/08/2009

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