EN VOZ PROPIA



Indignada mayoría de edad
Una experiencia en la promoción y defensa de los Derechos Humanos en Yucatán

(Primera parte)

Entrevista a Rául Lugo del Equipo Indignación A.C.

Raúl Lugo fundador de Indignación A.C., Equipo de promoción y defensa de los Derecho Humanos, nos platica acerca de los 18 años de existencia de está Asociación; que es sin duda el referente ciudadano, más importante, en Yucatán en materia de Derechos Humanos.
Las palabras siempre son más fáciles que los hechos, que la experiencia concreta; 18 años se dice fácil, pero esta mayoría de edad es un importante paso en las difíciles conquista sociales y humanitarias en Yucatán, provincia multicultural del sur de México, que mantiene en sus centros urbanos un pronunciado conservadurismo religioso que hace difícil cualquier cambio de mentalidad. La tarea de Indignación A.C., es triple, la lucha en materia de Derechos Humanos contra ese conservadurismo, la integración y acompañamiento de esa y otras luchas a la realidad indígena, concretamente maya de Yucatán, y un caminar de esa esperanza, desde el terreno mismo de lo eclesiástico, con todo lo que eso supone.
Aquí pues un recuento, en voz de uno de sus fundadores, de lo que ha sido esa indignada, pero siempre digna, lucha por un Yucatán y un México, más justo, más humanitario, más nuestro.

Tábano de Io: ¿Qué es? ¿Para qué? ¿Cuando nace? ¿Por qué Indignación?

Raúl Lugo: Bueno pues a lo mejor con algo de historia...
Creo que el surgimiento de indignación está ligado sin quererlo, digamos así, sin planearlo, sin decirlo expresamente, a un movimiento bastante amplio de surgimiento de redes civiles Derechos Humanos en México, de hecho yo estaba curioseando ahora páginas electrónicas de los equipos de derechos humanos, que más funcionan y trabajan, casi todos están cumpliendo 18 años, 20, 21 años... El marco entre el final de la época de los ochenta y el inicio de los 90, es una especie de caldo de cultivo para que fueran surgiendo muchos centros de derechos humanos, algunos de ellos directamente ligados a la iglesia católica, en algunos estados de obispos comprometidos con una teología más abierta, la llamada teología de la liberación, con ciertas afinidades de tipo apostólico, y otras más laicas, podemos decir que el periodo de unos unos 15 o 20 años hasta ahora; así que al revisar esto me doy cuenta de que decidimos la fundación de Indignación en el momento en que muchos estaban pensando en lo mismo.
Por lo que lo ligo a un momento de deterioro político al que fuimos especialmente sensibles en ese tiempo, así que se conjugaron varias cosas, por un lado, una creciente cerrazón en los ambientes propiamente eclesiásticos donde trabajábamos, los ataques a la teología de la liberación y el intento de su desmantelamiento y por otro lado, la búsqueda de espacios más amplios para vivir el compromiso cristiano, por este creciente interés por la dignidad de la persona, lo que eso conlleva, la lucha por un mundo en el que los derechos fueran garantizados, en una especie de opción todavía pacífica dentro del cambio social.
Nosotros surgimos en 1991, por eso estamos cumpliendo ahora 18 años. Cuando cumplimos 10 años hicimos una revisión de lo que habíamos hecho, de nuestra propia historia, que registramos en un libro, se lo voy a regalar, (nos entrega un ejemplar) nuestros primeros 10 años con la historia de nuestros orígenes...
En concreto en Yucatán, las cosas que nos motivaron, lo escribí en un artículo reciente, hacía un recuento de los 18 años son unos acontecimientos bastante concretos que sacudieron en el Estado en el arco de tiempo, digamos, del interinato de Dulce María, y un poco antes, algunas represiones a campesinos en la plaza, entonces nos dimos a la tarea primero de hacer, claro, éramos dos tres personas y no teníamos un lugar donde nos juntamos, y entonces lo primero que hicimos fue hacer una revisión hemerográfica de los periódicos que se publicaban que eran el Novedades, el Yucatán y el Sureste, una revisión a partir de las notas, en relación con abuso de autoridades... Entonces ya, hicimos después una especie de radiografía de todo el año 90, e hicimos una presentación pública y comenzamos a existir, digamos, oficialmente, hicimos el trámite para constituirnos en A.C. y comenzamos a trabajar.
Ha llovido mucho, ha pasado mucha gente por el Equipo que se ha ido, pero lo importante es que hemos ido definiendo cada vez más el campo de nuestra acción, hemos estado en el arco del tiempo, metidos en lo que en aquel momento fueron una de las batallas importantes de la sociedad civil, por ejemplo, todo ese proceso de los organismos electorales y ciudadanos, que ahora nos parecen una gran pérdida de tiempo pero que en ese momento era muy importante, para dar la batalla para constituirlo, en la idea de que dentro del sistema tal cual como estaba planteado podía darse un avance de conciencia y de participación ciudadana; entonces hemos ido variando la perspectiva a través de los años, actualmente estamos centrados en tres aspectos fundamentales en nuestro trabajo.
Uno es el asunto pluricultural del pueblo maya, de sus derechos, casi la gran mayoría de los casos que llevamos tiene que ver con la población maya, creemos que especialmente después de todo lo ocurrido en Chiapas nos hemos identificado mucho con esa corriente de pensamiento, creemos que el asunto de la autonomía indígena es vital, y claro, a través de la atención de casos ha sido posible entrar en contacto con comunidades que puedan hacer propio el discurso de los Derechos Humanos, ese es uno de los aspectos.
Otro de los aspectos que ha permanecido y se ha acrecentado es el asunto de género, estamos por todas las luchas y trabajos que conduzcan a la equidad de género y que al principio tenía casi exclusivamente que ver con asuntos de violencia contra la mujer, ahora es bastante más amplio el campo de trabajo y ya no es solamente entre mujeres y varones. Hemos asumido, no sin polémicas fuertes en últimos tiempos todo el asunto de personas homosexuales, gays, lesbianas, la equiparación de sus derechos, ese es otro gran bloque.
El tercero es el de derechos económicos, sociales y culturales. Nos critican un poco a veces por nuestro énfasis, no como en nuestros inicios en lo que llamaríamos libertades burguesas, sino en todo este asunto de las situaciones de pobreza, de los mecanismos que producen la pobreza y cómo una sociedad en la que halla pleno respeto en los derechos humanos tiene que ser una sociedad completamente distinta. El deslizamiento que yo veo al menos en nuestro Equipo, no sé cómo estén las otras asociaciones o equipos con respecto a ésto, el deslizamiento que yo veo en los últimos años, está en que nos hemos hecho bastante más antisistémicos de lo que surgimos.



Cada vez vemos que lo que fueron conquistas en materia de Derechos Humanos han terminado revirtiéndose, bajo el poder no sólo de la partidocracia, sino de los poderes reales, económicos y políticos que están detrás de esto, por ejemplo, con la batalla de los organismos ciudadanizados, como la rendición de cuentas del IFAI, el IFE, el osbusdam, son verdaderas decepciones después de tanto tiempo, están maniatados por los partidos, no hemos hecho todavía -y ya no tenemos mucho interés-, en ver más mecanismos que permitan cada vez más controles, o sea no dejamos de estar en esas batallas pero no nos parece ya lo más importante, y no sé qué tanto estén otros grupos de otras partes pero creo que hay una creciente sensibilidad en torno a eso.
A propósito de nosotros, es decir, en el momento donde estamos con respecto a la situación de los Derechos Humanos, en Yucatán y en el país, me parece que hay algunos focos rojos, que a lo mejor para muchos son anaranjados, amarillos y hasta verdes, de esta situación estructural de la que no podemos salir, con un sistema económico, social y político que impone sus reglas desde los dictados del poder y todo el andamiaje seudodemocrático que quiere justificar el sistema y defenderlo, pues a nosotros nos parece muy importante insistir en las cosas verdaderamente elementales, o sea, a denunciar que la situación de miseria es una situación violatoria de los Derechos Humanos, por eso estamos muy atentos a los grupos que tienen reivindicaciones muy concretas como pasó con las personas que tienen VIH sida y su derecho a la salud.
No es solamente la urgencia de la enfermedad misma y de la situación de los enfermos, sino que nos parece una pieza para entender el derecho a la salud desde otro ámbito, para deshacernos de estas ideas de que cuando el gobierno pone un hospital, hay que estar muy agradecidos con el gobierno porque nos ayuda, y en esto las personas afectadas por el SIDA han hecho un camino de reconocimiento a la salud que puede servir como ejemplo. Entonces nos metemos mucho cuando descubrimos ahí los trabajos que vemos pueden tener un potencial en la transformación de la mentalidad de las personas. Como nos dedicamos a la defensa, pero también a la promoción, entonces intentamos que nuestros trabajos de acompañamiento sean también trabajos de construcción de toma de decisiones comunitarias.
En algunos casos nos da resultados, muy bien, en algunos casos hemos fallado por incapacidad nuestra o por lo que sea, pero hay algunos casos, experiencias, en las que podemos ver que la cosa cuaja nos podemos dar cuenta de que ese es el camino. El caso de Kimbilá y el derecho de elegir a sus autoridades, el caso de los mieleros, son casos que nos demuestran que una circunstancia violatoria de los Derechos Humanos es al mismo tiempo un detonador para que la comunidad vaya apropiándose del discurso, que vaya perneando un poco la vida, porque nos damos cuenta, por ejemplo, el caso de los mieleros, fue un conflicto con el gobierno del Estado que en época de sequía les regaló azúcar, el azúcar estaba contaminada se murieron todas sus colmenas y ellos tenían que demostrar que era por el azúcar y no por una mortandad, hacen todo el proceso, entonces, el acompañamiento de este proceso que se convierte un poco engorroso, porque hay que invertir dinero para los análisis, va creando conciencia comunitaria hasta que después del triunfo final, en el sentido de que el gobierno no tiene más remedio que hacerse responsable de su error que terminó en una negligencia de un trabajado que puso en la misma bodega pesticidas químicos y el azúcar pero que la negativa reiterada del gobierno de que eso no tiene nada que ver con nosotros, implica un poco esta actitud de desprecio, pero cuando se logra todo, entonces la comunidad se da cuenta de que casi sólo los varones están en la lucha y las mujeres no, y cuando les preguntamos por qué las señoras que trabajan en eso no están, entonces caen en la cuenta de que no es sólo solucionar su asunto con el gobierno, sino que tienen que trabajar las relaciones de género entre ellos, así que esos son los trabajos que tenemos que hacer, es a lo que estamos avocados ahora en los acompañamientos de ese tipo, que a partir de las violaciones a Derechos Humanos despierten otro tipo de proceso.
Nosotros estamos ya casi convencidos de que hay toda una manera de hacer las cosas que nos parece está llegando a su fin, que la paciencia social de la gente está llegando a sus límites, hacemos la opción siempre por procurar caminos que puedan evitar vías violentas, estamos en esto de la construcción de comunidades que asuman autónomamente las cosas, no descartamos que en algún momento podamos ser una especie de paraguas delante de represiones más fuertes, entonces hacia allá es dónde nosotros estamos y hacemos nuestros énfasis. Hay veces en que recibimos algunos lamentos públicos a propósito de nuestra actuación, cuando por ejemplo nos negamos, no por mala voluntad sino porque no son nuestra actividad ya, a este tipo de cosas que tienen marcadas acciones electorales, que si determinadas organizaciones están peleando por la limpieza de las elecciones y eso, nos interesa bastante poco porque es un camino que hemos recorrido ya... y es un camino que ha terminado por darnos solamente decepciones.
Entonces sin juzgar el camino que siguen otras organizaciones, nosotros estamos avocados a otras cosas y nuestra tendencia ahora es ver la situación de los Derechos Humanos no desde los parámetros que dicten los medios de comunicación, sino de las necesidades más básicas de la población, acompañar un poco en eso, ver donde hay la posibilidad de convertir un caso de derechos humanos en detonante de construcción comunitaria, desde experiencias realmente alternativas.

Tábano de Io: Por ejemplo hablas de la construcción de experiencias comunitarias. Dentro de la experiencia que han tenido, se podría hablar de que la experiencia comunitaria puede volverse subjetividades de cambio para modificar la realidad concreta que tenemos, y si es así, cómo multiplicarla, cuál sería el consejo.

Raúl Lugo: Sí. Es un poco un problema. Porque, a nosotros nos parece así; en relación, particularmente, con el foro maya con que trabajamos, al principio nuestra perspectiva era la de unos agentes externos que llegaban, el propósito del Equipo ha sido ya desde hace unos 4 o 5 años el de convertirlo en un Equipo bicultural en el que Pepe, Bety, Randi, que son los que se han ocupado del área indígena, son indígenas mayas; esto modifica mucho la perspectiva del trabajo, así que ahora llegamos a las comunidades tratando de encontrar cuáles son los resortes que pueden activar las resistencias de esas comunidades.



Nosotros teníamos una especie de taller, una especie de curso de Derechos Indígenas, que pensamos, teóricamente hablando, que podía despertar el interés en las comunidades, picamos piedra durante algún tiempo buscando grupos que quisieran recibirlo, que iniciaran algún proceso de esto, y nos dimos cuenta que un momento determinado solamente logró levantar algo, que fue en el movimiento del Uk, que fue una marcha indígena que se hizo desde el interior (del estado) está Mérida, para evitar que se hiciera la ley para los mayas sin haber consultado a los mayas, y ahí fue un proceso muy interesante pero que tuvo que ser muy motivado por nuestra parte, es decir, en realidad les importaba un bledo si se hacía la ley o no se hacía, o sea, hacerles ver que esa ley podía perjudicarles... entonces, de cualquier manera aunque se logró un movimiento que creció un poco, nos dimos cuenta que era una vía más o menos impuesta por nosotros, era nuestro interés y no el de ellos, las leyes de todas formas nunca les han respondido.
En cambio en un taller que dimos en Izamal para las comunidades de Ixilpech y alrededor, nos dimos cuenta de una cosa, que les interesa muchísimo el redescubrimiento de su propia historia.
Entonces nosotros estamos modificando ahorita la vía de entrada para hacer un taller sobre reapropiación histórica. Esto es que, las comunidades puedan contemplar las resistencias mayas a lo largo del tiempo, puedan ligarla con otros movimientos como el de Chiapas, ver qué corrientes internas, subterráneas tiene que ver con estos diferentes movimientos y cómo todo es parte de de una misma historia de lucha, eso nos ha dado mucho más resultado.
Estamos ahora armando mejor el proyecto para acompañarlo incluso con un paseo de resistencia, una excursión de uno o dos días, para que la gente que quiera de las comunidades mayas pueda ir y ver los lugares, situar históricamente las cosas, eso nos parece que va a alimentar mucho el espíritu de resistencia de las comunidades, y claro, nos hace ver que el asunto de los derechos de los pueblos tendrá que ser y darse cuando la reflexión de la comunidad lo pida y lo exija, así como ha ocurrido esto con la resistencia, qué es lo que ha hecho el poder en cambio, en contra de los mayas y así analizar todos los cambios legislativos que ha habido para perjudicar a la comunidad, como el derecho a la propiedad, la reforma del 27.
Entonces vamos experimentando y buscándole por dónde, por ahora esta es nuestra preocupación fundamental, y la reproducción de las cosas, de la experiencia, se nos hace un poco difícil, porque cada comunidad hace su propio camino, las comunidades no están ligadas entre sí, están bastante centradas en su mundo interno, sus fiestas religiosas, sus procesos productivos. Nosotros pensamos que este taller puede ser un instrumento, de forma que después de ir a varias comunidades podamos establecer relaciones entre ellas. Algo se ha logrado por ejemplo en el caso de Kimbilá que hicieron su batalla para la elección de su comisario, eso ha contagiado a algunos pueblos de alrededor, y así es ir a tejer ciertas redes de interrelación, pero no es sencillo el asunto, todavía tenemos que darle muchas vueltas, para ver cómo podría reproducirse este camino… porque es más un espíritu que se contagia que contenidos que se compartan. Ahí estamos...

(Continuará...)

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